
Los contratos y la formación de equipos exclusivamente para ejecutar un plan concreto ganan enteros en las empresas
¿Cuánto tiempo será necesario para construirla?
—Depende del número de personas que penséis emplear —dijo Tom—. Si contratáis 30 albañiles, con suficientes trabajadores, aprendices, carpinteros y herreros para que les sirvan, podrían necesitarse 15 años. Un año para los cimientos, cuatro para el presbiterio, otros cuatro para el transepto y seis años para la nave central.
Philip pareció impresionado una vez más.
—Desearía que mis funcionarios monásticos tuvieran tu habilidad para prever y calcular —dijo (…)—. De manera que necesito encontrar 200 libras al año”.
Después de leer este fragmento de Los pilares de la Tierra, el best seller que recrea un universo de intrigas alrededor de la construcción de una catedral gótica, cualquiera podría pensar que su autor, Ken Follett, trabajó como jefe de proyecto antes de dedicarse a la escritura. Porque lo cierto es que, en lo referente a esa modalidad de trabajo, las cosas no han cambiado tanto desde el siglo XII en el que está ambientada la novela.
Datos
Según una reciente encuesta de Oracle, el 38% de las empresas españolas encuestadas ya contrata a la mayor parte de sus empleados en función de proyectos concretos. Melanie Hache-Barrios, directora de estrategia HCM de Oracle para el sur de Europa, señala que la irrupción de las nuevas tecnologías ha cambiado los modelos de negocio y la forma de trabajar. “Ahora las empresas necesitan una fuente de talento más fluida e incorporar habilidades específicas que su plantilla no puede cubrir. El trabajo por proyectos les permite nutrir a su talento interno más rápidamente con competencias externas. Y al mismo tiempo, promueve la colaboración abierta y la innovación”.
Para Andrés Ortega, responsable de talento y aprendizaje de ING España y Portugal. Se trata de una tendencia claramente en alza. El trabajo de cada vez más personas se compone de su actividad en un departamento concreto. Y en paralelo, de la participación en proyectos abiertos en otras áreas. Es una forma de trabajar que, continúa, enriquece no solo a la organización. Sino también a los profesionales porque les permite participar en diferentes áreas de la empresa. Rompiendo así los límites tradicionales del puesto de trabajo y facilitándoles un mayor conocimiento de esta.
Fuente: El País